La estación se encuentra situada en un enclave privilegiado, y dentro de una zona privilegiada de la península ibérica como es la Costa del Sol.

El Monte San Antón (al norte), y el cerro Perea (la cima está a 50 metros al oeste) le protegen de los vientos más frescos y habituales del invierno malagueño, por lo que no es raro que en esta estación se produzcan los máximos locales de la provincia. En verano, sin embargo, está protegido de los vientos más cálidos del norte (terral), por lo que las temperaturas pueden ser 1º a 2º inferiores a la de otros puntos de la ciudad.


Su altitud y distancia al mar (151 y 1820 metros) hacen que la humedad sea, en general, significativamente inferior a la de las estaciones más costeras, e incluso se suele librar en muchas ocasiones de las nieblas de evaporación y advección asociadas al mar.

Por otra parte, la altitud apenas afecta negativamente a las temperaturas (1º respecto a la costa de media).